La semana pasada compartía en la congregación donde me reúno acerca de algunos prejuicios que hemos desarrollado en contra de aquel que no conoce de DIOS y en contra de otros cristianos que no piensan como nosotros pensamos.
Y la verdad es que de alguna manera, la mayoría de nosotros hemos caído en algunos prejuicios que hemos desarrollado a través del tiempo (obviamente sin fundamentos).
Queremos gente nueva en nuestras iglesias, pero los llenamos de requisitos previos y reglas que les hace imposible quedarse en nuestras iglesias y al final recibimos solo a quienes ya dejaron el cigarro, ya no toman, ya no maldicen , ya se visten como nosotros etc.. Solo así son bienvenidas.
Por otro lado cuando leo en la Biblia no encuentro a un JESUS haciendo eso; por el contrario, encuentro a un JESÙS que amaba al pecador (no amaba el pecado), siento que en ocasiones somos como Jonás que le anunciamos al pecador el mensaje, pero quisiéramos que DIOS los destruya y no contamos con que también a ellos DIOS los ama al igual que a nosotros.
Además, ponemos tanto empeño en desacreditar a otros cristianos que no viven, visten y/o hablan como nosotros.
Yo me pongo a pensar: cuando JESUS llamó a Pedro, ¿estaría igual vestido que Mateo cuando JESUS lo llamo ?? El peinado seria el mismo ? El closet de ropa seria el mismo ? Pero eso no impidió que los 2 siguieran al maestro.
Dejemos nuestros prejuicios y sigamos al maestro…..Noel
lunes, 5 de octubre de 2009
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